Se encuban las uvas en huevos de concreto para realizar su fermentación alcohólica. Se deja que naturalmente las levaduras nativas del lugar comiencen a trabajar. Este huevo, da la posibilidad de no tener la necesidad de realizar muchos remontajes para la extracción de los componentes como antocianas y polifenoles. Gracias a su forma ovoide, se produce un movimiento constante de todo lo que está dentro de él, permitiendo extracciones más suaves y homogéneas. Finalizada la fermentación, se realiza una maceración con las pieles durante 40 días y luego se descuba.