El viñedo se encuentra en el oasis norte de Mendoza, a 65 km de la capital provincial, en el distrito Gustavo André, departamento de Lavalle. Esta zona, conocida como el “desierto mendocino” por su baja densidad poblacional y escasas precipitaciones, fue históricamente un refugio del pueblo Huarpe.
Allí se trabaja bajo prácticas orgánicas, priorizando el manejo del suelo como un recurso vivo y fundamental para la sustentabilidad a largo plazo. Solo se utilizan abonos orgánicos y materias naturales, evitando el uso de herbicidas. Las malezas se controlan manualmente y con ayuda de ovejas, que también aportan compost. Las enfermedades se previenen mediante control biológico, respetando el equilibrio natural del entorno.
Intenso color rubí con tonos violetas. Aromas primarios que nos recuerdan a frutas rojas, mora y cassis. Un vino de gran balance en boca con una atractiva frescura, cuerpo medio, taninos suaves y largo final.