En la búsqueda de la expresión más pura de la identidad de la Finca Piedra Infinita, llegaron a esta pequeña parcela de 0,78 hectáreas.
Ubicada en su lado Oeste, muestra la faceta más extrema del suelo de Paraje Altamira, donde desde la superficie lo único que encontramos es la piedra, cubierta con una capa extraordinariamente rica de material calcáreo.
Al hacer estos vinos, a Sebastián le gusta pensar que provienen de un “lugar dicho”. Quienes trabajan en el viñedo día a día, saben que tiene lugares especiales, con particularidades únicas.
Suelo aluvial, originado en el abanico del río Tunuyán. Constituido por una capa de piedras que comienza prácticamente desde la superficie, con una extraordinaria cobertura de carbonato de calcio, inmersas en una matriz de arena fina y limo.