Cuando las manzanas llegan a bodega, se vuelcan en una cinta transportadora y se enjuagan suavemente por una fina lluvia de agua. Se muelen y prensan. El caldo obtenido es muy rico en aromas, azúcares y acidez. En primera instancia se destina a un tanque de acero inoxidable durante, al menos, 24 hs. Se lo enfría y espera a que precipiten las borras más gruesas.El jugo límpido es fermentado a baja temperatura con las propias levaduras indígenas. 30 % de la totalidad del volumen fue fermentado y criado en barricas de roble. Al vino de manzana obtenido (por su primer fermentación) se le agrega una cantidad determinada de azúcar de caña y levaduras. Se llena en botellas, se tapan con tapa corona y se forman estibas en un sótano donde se deja fermentar durante 12 meses. Se remueven las borras hasta lograr que todo el precipitado se concentre en el pico de la botella, para removerlas y agregar licor de expedición.