Se realiza una meticulosa selección a mano previa a la vinificación. Los racimos son despalillados. La uva llega de forma natural por gravedad a pequeñas vasijas de concreto, donde la fermentación se realiza con levaduras indígenas, a temperaturas entre 25º y 27ºC. Luego se realiza un trabajo muy suave para hundir el sombrero y lograr una extracción lenta.