Los champagnes de la casa son el resultado del cuidado exclusivo de 300 hectáreas repartidas en 40 crus. Ubicadas en los alrededores de Épernay, donde conviven los grands crus de Pinot Noir, Chardonnay y Pinot Meunier, en las tierras de la Montaña de Reims, la Côte des Blancs y el Valle del Marne.
Con un trabajo meticuloso y exigente, unen la modernidad y la autenticidad de los métodos de vinificación ancestrales en aras de lo mejor. Cuentan con las herramientas más innovadoras, dos salas de crianza que incluyen más de 400 barricas y 24 fudres, y bodegas de conservación que resguardan los primorosos vinos de la casa.
Desde hace mucho antes de obtener la certificación de Alto Valor Ambiental y Viticultura Sostenible en Champagne en 2017, apuestan por métodos comprometidos con el máximo respeto por el medioambiente: promueven la biodiversidad, reducen la huella de carbono, limitan las necesidades de agua, priorizan la red local y minimizan el uso de envases, eliminando plásticos. La filosofía de Billecart-Salmon tiene sus bases en el respeto del terroir para elaborar grandes y distinguidos vinos.
Un champagne sin añada, sutil y etéreo, que combina armonía y equilibrio. Su ensamblaje se compone de tres añadas: Pinot Noir, Chardonnay y Pinot Meunier, procedentes de los mejores pagos del Marne.
De reflejos de oro pálido, se distingue por la finura de sus burbujas de subida lenta y por su espuma abundante y persistente.
En nariz, madurez teñida de un frescor floral que exhala aromas de fruta fresca y pera madura.
Con un ataque franco y preciso, seguido de un estallido de frescor. Un bouquet rico que demuestra su envejecimiento en bodegas tradicionales.
Es perfecto para el aperitivo. Acompaña tanto los platos más sencillos como los más elaborados.